No ha sido fácil desde entonces ¿usted que creía? Yo le advertí más de una vez que iba a suceder, pero nadie me creyó. Tal vez no tenga por qué darle explicaciones, pero usted me ha caído simpático Doctor Roggero, además me lo ha recomendado mi cuñada y me ha asegurado que es de confianza, ya sabrá la situación, no me gusta andar pregonando nuestras intimidades, muchas conjeturas se han avecinado en estos últimos años por parte de la gente, pero que no le quepa la menor duda, que solo Dios sabe lo que pasó esa tarde.
El chico no venía bien, y eso que con mi marido le hemos criado con todo el cariño habido y le hemos enseñado todo lo que humildemente sabíamos, para que sea un hombre de bien, hecho y derecho, como Dios manda, así y todo no ha habido caso, últimamente el niñito se comporta extraño, casi que no habla, pasa muchas horas en su habitación encerrado, vaya a saber uno lo que hará el mocoso. Antes era bastante ducho y despierto, pizpireta y cascabel del hogar lo llamábamos, pero desde esa tarde, usted sabe Doctor, que el chico ya no ha sido el mismo.
Desde esa tarde( …)
esa tarde….
yo y mi marido íbamos( … ) íbamos
esa tarde mi niño ( … )
Como le decía, el chico ya ni siquiera nos mira cuando le hablamos, y no hay forma que nos escuche, se comporta de una manera rara, como si fuera un desconocido, es por eso que yo le estoy confiando esto a usted, para que nos ayude a ver si de alguna manera se pueda hacer algo. Yo no le he querido exigir demasiado ni atosigarlo de preguntas, pero soy la madre e ineludiblemente me preocupa la situación. Y como si fuera poco, estos últimos días le ha subido la temperatura, así que ni se imagina como he estado yendo y viniendo entre médicos y remedios, porque la fiebre le hace alucinar un poco y no quiero que empeore más de lo que está. Anoche estaba que ardía el pobrecito, no pegamos un ojo con mi marido,y por ahí balbuceaba alguna que otra palabra: me quemo, me quemo, le alcance a entender mientras le ponía unos paños fríos en la frente, yo estaba desesperada doctor, imagínese y era lógico, no había manera que le bajara la temperatura, ni siquiera la ducha fría. Volaba de la fiebre mi chiquito.Con mi marido hemos intentado de todo, agradezca que somos una familia unida y no un matrimonio que a la primera se corrompe, esto no nos había pasado nunca, pero con mi marido hemos decidido, luego de largas charlas, que definitivamente mi niñito necesita ayuda de un profesional psiquiátrico como usted Dr. Roggero.
¿Usted qué piensa? Quiero que me diga que tenemos que hacer, porque yo ya no doy abasto.
- Pero señora, acá en el informe dice que usted es viuda y que nunca ha tenido hijos.
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