¿Era probable? ¿Cabría alguna posibilidad? No lo podría saber ¿Podría haber sido de otra forma? Quizás, y de eso no me cabe duda...
Hay tantas maneras de encaminarse, que es allí donde nos encontramos presos de nuestra propia libertad, elegir nos hace esclavos,nos condena, siendo súbditos de nuestras mismísimas dicotomías y contradicciones que nos parten las posibilidades reduciéndonos a un miserable insecto sin otra alternativa de dejarse atrapar o huir, huir escurridizamente si es que no es cazado de un zarpaso en el intento. ¿Quién sabe? que alguien me diga si el augurio de nuestro destino puede saberse de antemano, de todas maneras, no lo querría saber. Si me dieran a elegir, elegiríra no elegir , Elegir nos condena, elegir nos quita libertad. Nos recluta a una sola verdad, quedando fronterizos sin atrevernos ir más allá. Si me dieran a elegir, elegiríra no elegir y dudaría, dudaría más de lo que dudo, y me preguntaría más de lo que me pregunto, incursionaría en el umbral de lo que hay más allá de las respuestas, de las opciones, de lo que somos, de lo que tenemos, me zambullaría entre mis incertidumbres y vacilaría y cuestionaría y te cuestionaría.
La duda me hace bailar, me moviliza a buscar y andar, la duda es una ramera que deambula de pieza en pieza.
Soy una dudadora innata, dudadora ambivalente e infinita. Yo que me dejo conquistar por la duda agazapante que de nada pretende convencerme, yo que tanto dudo, no puedo tolerar a los indudables presumidos, a las incipientes respuestas, a los que pretenden la verdad, a los que aseguran severamente .
De lo único que no tengo dudas, es que
De lo único que no tengo dudas, es que
nada es tan cierto como la duda misma.
Interesantísimo lo que plantea este texto de senderos, estas letras que encuentran la máxima belleza de dudarse a si mismas, de dudarse las dudas.
ResponderEliminarEn verdad podría ser que la prisión se existir; de algún modo existir en el Aquí, que supone en este orden de cosas dado, una resolución del camino. Así como el humano no puede concebir cabalmente el vacío tampoco se lleva bien con la indefinición (aunque no es lo mismo que la duda, claro está),,, pero indefinición es el nombre que se le pone a las consecuencias de la duda.
Y no es inocente este nombre fomentado por el poder (Cualquier poder, hablo de la concepción intrínseca de poder); todo poder tiembla ante la duda... Ella no tiene banderas, no tiene dogmas, no tiene axiomas y su único Dios es la búsqueda de sí misma.
Me encantó la entrada, un fuerte abrazo.
creo que me hace falta dudar un poco más antes de lanzarme y ponerme en peligro... pero también pienso que dudar excesivamente nos quita movilidad y oportunidades incluso de equivocarnos... un buen texto, liviano y rápido.
ResponderEliminarLa duda es un acto de humildad y sinceridad. El resultado de la duda, es cuestionarnos y preguntarnos, no equivocarnos ni ser indecisos. Un texto liviano y pesado, rapido y lento, para detenerse, dudar y preguntarse.
EliminarUn abrazote!