lunes, 16 de enero de 2012

Apetitosos Recuerdos

Era una noche de gala, así que vestí la mesa  de un largo mantel blanco y procedí colocar en grandes fuentes y platos bien hondos todos los recuerdos hallados en la casa para comérmelos. A algunos los cocine previamente, otros ya estaban cocinados, unos me dieron mas trabajos que otros, habían algunos recuerdos que estaban congelados,a otros los sazone para darles mas sabor, otros recuerdos los bote, ya estaban putrefactos, la cuestión es que tenia la mesa servida de los recuerdos mas surtidos, en un extremo de la mesa estaban los recuerdos de cumpleaños, fiestas navideñas y encuentros con amigos, en la otra punta de la mesa, estaban las rupturas amorosas, los besos mas desesperados e impetuosos y algunos recuerdos de citas que no sabia donde ubicarlas en la mesa.
En el centro estaba mi niñez, compañeros de la escuela, mis espectáculos de danza,recuerdos muy coloridos, en los costados estaban los recuerdos rellenos de mucha experiencia acompañados con salsa de tropiezos, exquisitos, muy apetitosos a la vista. Era un banquete delicioso, termine satisfecha de recuerdos, me los devore a todos, claro que deje a los besos mas desesperados e impetuosos como el postre
Había un recuerdo que ya no recordaba cual era, se me había olvidado en alguna parte vaya a saber donde, quería hacer alusión  sobre cuando fue la ultima vez que lo vi. Lo busque por toda la casa, tiene que ser un recuerdo bastante hábil y resbaladizo para no hallarlo, donde se habrá escondido el atrevido.
Lo encontré a la noche siguiente, reposando sobre las notas de una canción. Fue un momento de júbilo al verlo allí, que lo deje, no quise comerlo, quería arrebatarme con ese recuerdo otra noche, encontrarlo dando vueltas por los pasillos, hallarlo entre las paginas de algún libro, espiarlo mientras durmiese . Quizás cuando me de hambre de recuerdos pueda saborearlo de a poco, comer primero su cascara, hasta llegar al corazón ardiente de ese recuerdo.Porque cuando lo vivido ha sido hermoso también su recuerdo tiene algo de hermoso.

1 comentario:

  1. Algún atardecer

    Sí, definitivamente había perdido la conciencia del tiempo transcurrido. Seguía allí sentado desde... no, no, seguro había sido un instante. Dubitó. Eran los últimos rayos de sol los que teñían naranja las nubes más bajas. Que belleza tan efímera, volvió sobre sus palabras, ciertamente la belleza persistía, un efímero disfrute. Aún así aquella idea volvía a arrancarlo de ese ocaso, lo perturbaba enormemente. Por qué, para qué, no lograba asimilarlo. El sol había terminado de esconderse y la noche sin luna hizo notar el velo de oscuridad que ahora lo envolvía. Miró a su alrededor, sus pupilas comenzaban a devorar la creciente penumbra. Por un instante se sintió cercado. Súbitamente se puso de pie para comenzar su caminata de regreso, la nostalgia le pesó un segundo y fue ahí cuando pudo arrancar su respuesta, apenas duro más de dos segundos, pero aún un resquemor de esa sabiduría cosquillaba en su boca. Ahí estaba, lo sabía, era indefectible. Le pesó. Este instante ya no sería, en él solo quedaría un apagado recuerdo de esos últimos rayos de sol que lo habían rescatado unos segundos y una duda. Aunque lo alivió la intuición de que alguna vez recordaría todo esto y también todo aquello. Pero el cosquilleo se agotaba y su boca volvía a roer ideas andadas. Sonrió y caminó.

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